Esta singular persona es el payaso Repollito que desde hace 17 años realiza la grata tarea de hacer sonreír a los niños que circulan por San Luis.
Según nos contaba Repollito fueron los azares del destino que lo llevaron a comenzar con este trabajo y que aún ante los sacrificios que éste conlleva, se contenta con la felicidad que provoca en las personas.
En una mañana fresca de miércoles y en medio de su trabajo este payaso no dejo ni un segundo de emanar alegría y de provocarnos cálidas sonrisas.
La sacrificada vida del personaje que tratamos aquí es un ejemplo ante una sociedad tan gris que nos rodea día a día, ya que sólo basta encontrarse con él para sentir el calor de su corazón; un corazón abierto a niños y adultos por igual.
Dejamos aquí la entrevista completa para todo aquél que desee escucharla completa.
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